Ardor

Un instante creo que estoy viva,
es entonces cuando una mujer se mezcla con cada deseo siempre muerto.
Cae como pluma una bala dentro del agujero de mis heridas.
Se anida, se recuerda el momento estrepitozo y no duele,
una colilla más en mi cenicero sin fondo.
Una mujer nueva, una añoranza de algo que nunca existió, ni existirá;

Sonó la alarma y el agua apagó el fuego que incendio de las paredes color vino tinto,
ahora suplican por una gota de sangre que se deslice sobre el terciopelo que ya no existe tampoco.
Dicen que todo ha sido un sueño y no es verdad,
la realidad se concentra en una dosis de cianuro que no mata, corroe lo incorrosible.

El tiempo constata que los huesos han crecido y algo ha cambiado,
la realidad que alguna vez pareció ser lustrosa tiene sus colores desgastados,
mis dientes ya son opacos, pardos por cada rastro de humo
del el cigarrillo que ansío a cada instante,
así como mi cuerpo, mis tetas, mi piernas, mi vagina y mi culo
se ha manchado con el roce de lenguas, dedos, y objetos que me follan
para saciarme de un placer que ansío y del que me declaro adicta,
ese fugaz climax que dura menos que lo que cuesta imaginarlo
y que nunca tiene un rostro.

Pido que no se me desprenda de este laberinto de oximorones que me agobia.
El odio se cocina lento en mi sangre.

CRISIS

Debo sumergirme en la fantasía de no estar vivo
porque si me quedo en la realidad, no hay YO que me pueda salvar.

Existo para mi como existe un dios inconsciente, dormido y abandonado
Soy la nada que salió de la copula entre los dioses
El humo que salió del fuego, quemando un cuerpo que nunca existió.

Yo no existo, yo no estoy loco, yo no he mentido
No tengo sangre, no tengo vida, mi alma se la llevó un ave carroñera
Mi cerebro se carcome a sí mismo, dejando huecos y excremento
Soy la rata de mi queso y el queso de mi rata.

¿Y si me abro la carne? ¿Y si me abro la vida? ¿Y si me saco el dolor?
¿Qué queda en el rojo de mi muerte que me hizo sentir VIVA?
Si de la muerte saliera un motivo al menos....

No tengo lágrimas y lloro, no tengo fuerza y exploto dentro de mi caja fuerte
No encuentro el código para escaparme de ella
Vivo aplazándome y no sé porque no me rompo la cabeza
Ni tampoco me invento una fórmula para el sentido de la vida
O al menos pintar rostros sonrientes que no se tuerzan
Mis caras felices se derriten en la alucinación
Los colores se pudren en las manecillas del reloj
La realidad se me desintegra y mis lágrimas
cual granos de arena que no dejan de caer
me hacen un agujero en la frente
anidándose en los rincones de mi cerebro enfermo...

Siempre caigo en lomismo, decadencia, depresión, mierda, muerte
No se puede volver a lomismo, no quiero más de lomismo

Desde mis grietas me pido ayuda, y no quiero escuchar mis gritos.
La noche cae y las paredes caen con la luna
Salgo sonriendo entre columnas de humo, por un día más en mi lucha

¿Cómo está tu corazón?

Durante los peores momentos
en los bancos del parque
en las cárceles
o viviendo con putas

Durante mis peores momentos
en los bancos del parque
en las cárceles
o viviendo con putas
siempre tuve cierta
satisfacción
yo no la llamaría
felicidad-
Mejor decirle
equilibrio interno
que se conformó
con lo que ocurriera,
en las fábricas
y cuando las relaciones
iban mal
con las chicas.

Esto ayudó,
a través de las guerras
y las resacas
las peleas en callejones,
los hospitales.
para despertar en una habitación barata
en una ciudad extraña
y levantar la sombra-
ésta era la forma más loca de
satisfacción

y para caminar
hacia el viejo vestidor
del espejo roto
y verme feo,
sonriéndole a todo.
lo que realmente importa
que tan bien atraviesas
el fuego.

Charles Bukowski.