sábado, 28 de mayo de 2016

AUTOPSIA DE MI CREACIÓN

¿Y mi vida para qué? ¿Y la vida para qué?
¿Qué culpa tienen mis padres si se vino doble?
Si quizás él se vino dos veces y ella se vino cuatro, 
¿Ganga o trampa? ¿Quién gana y quién pierde?
 La catástrofe del nacimiento,
Ser rescatista y visionario de la reconstrucción de la inminente descomposición.
El gran reto al que nos arroja una baba de dios.
 Atroz pecado el de dar vida, "la creación fue el primer acto de sabotaje".

No hubo la posibilidad del aborto porque me precede, el boleto de ser libre ya no era mío.
A todos les asquea el sexo de sus padres,
¿De dónde viene la aversión de pensar en el acto de nuestra propia creación de esa manera tan innombrable en que cayeron nuestros padres?
No podemos hablar de amor acá, de ningún modo.
Tenemos que hablar de MIEDO, sin que nos tiemble la mano, sin que se nos quebrante la voz.
Tenemos que hablar del miedo al dolor, el dolor redundante que martilla la vida,
Tenemos que hablar del miedo a la muerte, la muerte pequeña oscuridad desconocida, la luz.
El miedo del  dichozo encuentro con Dios con que nos llevan atormentando cada decada de vida
Que venga Cristo y darle bofetadas hasta que nos muestre la verdad
Pero no se preocupen que siempre tendrá otra mejilla para ofrecer,
Y de nuevo hacer el papel de Pilatos o de los judíos que se ríeron del su rey,
Eso si! ante todo que no se marchite la risa,
Ríete de tu dolor y aplástalo con la risa genuina con la que trabaja el bufón.
Dolor seco de la sangre que escupiste cuando te rompiste los dientes
Ese dolor que ya sólo palpita en el sexo al mirar una cara linda
Y saber que allí vas a vomitar todo tu dolor.
Ese tormento que le pide sangre a mi corazón.
Que no existe esa cosa llamada corazón!

Y siempre vuelven esas crisis emocionales que son montañas rusas,
Ruletas rusas que se adhieren a mi mano y el arma palmita
Siempre van a volver cuando el martillo se afloje
Y el tambor resuena esperando esa bala que quiere volver a su ser
Rueda por el fondo del cañón que nos impulsa
¿Quién carajos ha presionado el gatillo? No ha llegado a su fin.
¿Cuándo caerá? ¿Cuándo caeré? ¿Cuándo caeremos?
Esa es la bala que irá  directo a la costilla a acabar con el sufrimiento,
Para desprender la carne del dolor,
¿A dónde nos llevará esta trayectoria de la nada?

No quiero ser como tú, me dice ese rostro cuando me mira del espejo.
¿Cómo se atreve a tutearme? No sabe de amor, sólo sabe mentiras.
La felicidad que conocí ya la olvidé y tampoco la quiero más.
Liberenme de la mano que acaricia, no soy un perro dócil,
Atrévanse a tocarme el corazón y recibirán mordiscos.
No puedo más fingir ser buena. Soy egoísta como pocos,
Sólo quiero los placeres fugaces que paraliza la mente.
No puedo acostumbrarme a mi paranoia,
Insecto frágil de mi consciencia que camina con sus patas peludas sobre sus ojos
Y no se atreve a usar sus alas por miedo de desprenderse de sus patas .

Busco la consciencia de los creadores y la respuesta es El amor,
el amor es más fuerte que yo y elijo prescindir de sus picotazos,
Soy adicta al dolor, y se resbala por las manos agujereadas.
No quiero un testigo de mis amarguras,
De frustración está manchado mi rostro,
Ya sé que no seré lo que quise hacer de mi,
No se puede encarcelar una mano ajena en este cubo vacío de depresiones.
Pobres hombres y pobres mujeres enamoradas,
tan cerca de convertirse en asesinos de la vida del otro,
en ladrones del aire en nombre del amor.

También dice que tiene miedo de ser eso que es, nada tan falso.
Ya no da miedo enfrentarse a los lugares oscuros del interior,
Tanto miedo es a la creación, al sabotaje, al camino del tren
A la luz. Pobre topo. No puede hablar de luz.